LA CABAÑA
William Paul Young
La Cabaña es una novela que nos relata una historia
fascinante llena de sorpresas y situaciones que parecieran irreales que llevan
al lector a una serie de sentimientos y emociones de repente totalmente
opuestas unos de otros. Al leer estas páginas uno puede sentir angustia,
desesperación, coraje, impotencia, dudas, enojo, tristeza y un sin fin de
emociones con este tipo de tendencias, pero al mismo tiempo uno encuentra paz,
esperanza, ilusión, comprensión, amor, descanso, reposo, alivio y tranquilidad.
Esta es una historia que verdaderamente toca el corazón,
uno puede sentirse identificado, tener empatía con quien nos relata su vida
plasmada en letras y aprender sobre lo que él ha vivido.
La historia comienza con Mack (Mackenzie) relatando su
vida en tiempo presente. Era una tarde en la que estaba nevando mucho, las
calles estaban repletas de nieve y media ciudad se encontraba paralizada por la
gran nevada. Mack estaba solo en su casa, su familia se encontraba al otro lado
de la ciudad visitando a una hermana de su esposa, Nan, quien tenía la
esperanza de que su hija, Kate, se animara un poco estando con su tía ya que de
los 4 hijos ella era quien había resentido más aquella terrible experiencia. Su
familia estaba pasando por un momento muy difícil, Mack se refería a ese
momento como “La Gran Tristeza”. Ese día, a pesar de la abundante nieve, salió
al buzón por la correspondencia descubriendo solo una carta en el a su nombre,
entro a la casa y la abrió pero lo que decía la carta lo dejo en shock. La
pequeña carta decía algo así como “Te espero este fin de semana en La Cabaña –
Papá” Para Mackenzie esto solo podía significar 3 cosas: alguien sin corazón le
estaba jugando una broma; el causante de su Gran Tristeza había vuelto y lo estaba
torturando; ó era un mensaje de Dios para él. Talvez la última opción era la
más descabellada pero para él era la más lógica.
Nan, la esposa de Mack, siempre ha tenido una relación
muy íntima con Dios y su forma para referirse a Él siempre había sido “Papá”,
por eso Mack al ver el remitente de esa misteriosa nota sintió que era un
mensaje de Dios, de Papá.
Mack se siente muy confundido y no sabe qué hacer, es
ahí cuando comienza a recordar todo lo ocurrido años atrás, es cuando comienza
a recordar el origen de La Gran Tristeza.
Dos años atrás Mack llevo a sus 5 hijos de viaje por
el día del trabajo, su esposa Nan no puedo ir con ellos pero aun así sus hijos
y él se fueron a unas montañas a acampar y vacacionar. Un día por la mañana
Mackenzie se encontraba preparando el desayuno mientras dos de sus hijos, Kate
y Josh, estaban en una canoa en el lago y su hija menor, Missy, estaba
coloreando con sus crayones en una mesa cerca de su papá. Él volteó a ver a sus
hijos en el lago y ellos lo saludaron y de repente la canoa se voltio y sus
hijos no salían a superficie, asustado corrió al lago a tratar de rescatarlos y
por suerte todo salió bien, el verdadero susto y terror estaba por comenzar.
Volvieron a su sitio de acampar para calmarse después
de ese susto, pero al volver al remolque Mack noto que algo no estaba bien,
Missy no estaba. Comenzó a buscarla cerca del campamento, pensando que a lo
mejor se había asustado y había querido refugiarse con otros amigos que se
encontraban ahí, pero nadie la había visto. La desesperación se volvió
consistente y Mack tras buscarla por todos los alrededores y no encontrarla
acudió con la policía de la reserva. Con ayuda de la policía comenzaron a hacer
interrogatorios a todos los turistas que se encontraban en el lugar hasta que
encontraron a un muchacho que vio como un señor metía a una niña con las características
de Missy a una camioneta verde y los vio irse de la Reserva. De inmediato el
oficial, Tommy, dio aviso a todas las unidades y todos los caminos aledaños a
la reserva fueron cubiertos con la esperanza de intersectar a la camioneta
verde. Después de horas de búsqueda, al fin encontraron un rastro, lo siguieron
y encontraron la camioneta verde abandonada, no había nada en ella pero cerca
de ahí había un camino que conducía a una cabaña. Tommy le advirtió a Mack
antes de entrar al lugar que podía ser un impacto fuerte para él, pero él tenía
que verlo con sus propios ojos; entro a la cabaña y frente a la chimenea vio un
vestido rojo, el vestido que llevaba su hija cuando desapareció, bañado en un
gran charco de sangre.
A pesar de que hubo una gran búsqueda, jamás
encontraron el cuerpo de Missy. Solo tenían la certeza de que su hija había sido
brutalmente asesinada. Esa era La Gran Tristeza con la que Mack cargaba a
diario desde aquel día en su corazón.
Desde ese acontecimiento la relación de Mack con Dios
se había quebrado, él no podía entender cómo era posible que si Dios lo amaba
tanto, a él y a Missy, había permitido que pasara lo que paso y cómo paso, es
por eso que aquella nota que recibió lo alteraba tanto. Si en verdad era Dios
de quien se trataba, tenía muchas cosas que reclamarle.
Para quitarse la duda Mackenzie decide ir ese fin de
semana a La Cabaña, ese lugar que le traía tanto dolor. Lo hizo a escondidas de
su familia, ese fin de semana Nan se llevó a sus hijos a visitar a unos
familiares fuera de la ciudad y Mack se quedó con el trabajo como excusa, solo
le aviso a un amigo a donde iría, en caso de que algo le pasara.
Después de un largo viaje, llego a la cabaña y todo lo
que paso después es algo verdaderamente increíble, ya que ni el mismo Mack sabe
si creerlo o no y lo mismo me pasó a mí al leer el libro. No contare a detalle
todo lo que Mackenzie vivió ese fin de semana en ese lugar ya que, si tú que
lees este blog aun no has leído el libro y deseas hacerlo, no quiero arruinar
tan emocionante historia.
Solo diré que de las tres posibilidades en las que pensó
Mack al recibir la nota, la última fue la acertada. Todo lo que se narra en
este libro es una historia muy bella, que si es verdadera, a todos nos da un
aliento de esperanza y de amor infinito.
Mackenzie encuentra las respuestas que buscaba con
respecto a la muerte de su hija Missy y aparte descubre el cómo ayudar a su hija
Kate quien desde el accidente parecía estar muerta en vida.
Si has perdido a algún ser querido y no encuentras consuelo,
este libro podría ser una buena opción para ti.
Si quieres saber todo lo ocurrido en ese fin de semana
en esa cabaña con Mackenzie y con Dios solo una cosa puedes hacer, leer el
libro y disfrutar de sus páginas.